Lo que Angola puede aprender de Nigeria, que crea oportunidades excepcionales para la producción marginal de petróleo.
Con la disminución de la producción y la inversión escaseando, Angola ha puesto en marcha una serie de nuevas iniciativas para relanzar su industria petrolera e impulsar el desarrollo económico. Sin embargo, estos cambios requieren tiempo y la renovación de la exploración de petróleo y gas en aguas profundas en busca de nuevas reservas tardará años en dar los resultados deseados y detener la reducción diaria de producción.
Mientras tanto, el gobierno apunta a lo que ya sabe que existe, los múltiples depósitos del país de lo que se ha denominado campos petroleros marginales, que se pondrán a la venta este año durante la Ronda de Licitación de Campos Marginales de Angola.
Los campos marginales se definen por su reducida rentabilidad o por su falta de viabilidad comercial. Estos pueden, a veces, representar cantidades considerables de petróleo crudo en los reservorios, pero debido a los costosos procesos de extracción, no vale la pena la inversión bajo el marco legal y fiscal existente. En aguas profundas de Angola, se han encontrado varios a lo largo de los años y se han desestimado en favor de oportunidades más rentables. Sin embargo, a raíz de la falta de inversión en exploración en el país durante los últimos cuatro años, estas reservas marginales se han vuelto más relevantes para el panorama macroeconómico de Angola.
De esta manera, en mayo de 2018, el gobierno del presidente Lourenço publicó un nuevo marco diseñado específicamente para promover la inversión en estas áreas. De acuerdo con el texto oficial, la ley considera a los campos marginales aquellos descubrimientos con reservas probadas de petróleo de menos de 300 millones de barriles (se recogen excepciones para reservas más grandes en condiciones de trabajo particularmente costosas), situándose en o por debajo de los 800 metros de profundidad, que no den retornos al Estado de más de USD $ 10.5 centavos por barril, rendimientos para el operador de no más de USD $ 21 por barril y que tienen un retorno promedio de la inversión después de impuestos de menos del 15%. Para aquellos que se ajustan a estas condiciones, el gobierno ofrece amplios beneficios fiscales e impositivos, así como, condiciones más fáciles para la recuperación de costes, a fin de hacer que esas reservas sean comerciales y promover su desarrollo.
Angola no es el primero en probar esta táctica. En 2003, Nigeria ya había realizado una ronda de licitación para sus campos marginales con cierto grado de éxito. Es probable que las grandes empresas no se sientan particularmente atraídas por estas perspectivas relativamente reducidas, pero representan una gran oportunidad para las pequeñas empresas independientes de petróleo y gas africanas y no africanas que pueden trabajar de manera eficiente y con menos gastos generales que sus contrapartes más grandes, al tiempo que tienen la certeza comercial de perspectivas de trabajo con reservas garantizadas. El gobierno espera que el desarrollo en estos campos marginales ayude a elevar la producción actual de petróleo crudo (se espera que se estanque en el período hasta 2022), mientras promueve una inversión renovada en exploración y producción en áreas inexploradas.
Se espera que la Ronda de Licitación de Campos Marginales se lance en Luanda en junio de 2019 en la Conferencia Angola Oil & Gas, organizada por Africa Oil and Power con el respaldo del Gobierno de Angola. Es probable que incluya bloques onshore y offhore en las cuencas del Congo, Namibe y Cunene, y ya ha recibido una atención considerable por parte de los actores de la industria en la región.
Lecciones Aprendidas
La experiencia de Nigeria con el desarrollo de los campos petroleros marginales tuvo un éxito considerable, con 24 licencias otorgadas a 31 compañías, algunas como operadores únicos y otras como joint-ventures. La ronda de licitación de campo marginal de 2003 dio lugar a una serie de oportunidades a los actores de la industria local y regional, mientras que contribuyó a aumentar la producción de petróleo del país y promovió la participación local en las actividades de upstream de petróleo. Para compañías como Oando, Waltersmith, Shoreline Energy, Seplat, Sahara Petroleum o Brittania-U, estos campos representaron oportunidades importantes para desarrollar algunas áreas de las grandes y liderar sus propios proyectos. Si bien algunos desarrollos han sido más lentos de lo esperado, el resultado del proceso fue mayoritariamente exitoso. Hoy, alrededor de un tercio de las licencias emitidas producen cantidades significativas de petróleo crudo.
Sin embargo, hay un par de lecciones que aprender de la experiencia nigeriana que aplican de forma análoga a la realidad angoleña. En primer lugar, los campos marginales son particularmente atractivos para las empresas locales o regionales más pequeñas que pueden operar bien con márgenes de ganancia más pequeños. Estas empresas también tiene menos liquides las empresas como ExxonMobil o Total y, por lo tanto, necesitan capital de inversión para desarrollar sus áreas. La experiencia nigeriana nos dice que buscar capital en el sector financiero local puede ser un desafío. Los bancos nigerianos se han resistido a otorgar líneas de crédito a pequeños operadores en este tipo de proyectos. Normalmente, los bancos emiten préstamos contra capital o activos utilizados como garantía. El intento de estos operadores petroleros de utilizar las reservas de petróleo como garantía no fue bien recibido por los financieros nigerianos, y eso ha retrasado el desarrollo del campo. Por ello, esto significa que invitar a socios extranjeros con acceso a capital se convierte en algo primordial. Se recomienda a las empresas locales angoleñas que busquen la asociación de actores de tamaño medio como Tullow Oil, Trident, Kosmos, Noble, Perenco y muchas empresas petroleras nigerianas de éxito, con amplia experiencia africana y liquidez disponible que pueden ayudarles a progresar y tener éxito en sus esfuerzos.
En segundo lugar, está la cuestión de la claridad jurídica. El Proyecto de Ley de la Industria Petrolera de Nigeria, que en sus muchas formas ha estado en discusión durante más de dos décadas, continúa creando preocupación e incertidumbre en la industria y retrasando las nuevas rondas de licitación. Si se aprueba la forma actual del proyecto de ley, se espera que los operadores de campos marginales reciban recortes significativos en los impuestos y royalties, pero esto se mantiene poco claro por el momento.
En ese segundo punto, la acción del gobierno angoleño debe ser elogiada. En un tiempo récord, se creó un marco simple y claro para las concesiones de campos marginales. Será importante que también se tomen medidas para encontrar soluciones que faciliten la financiación de muchos de estos proyectos para que estos esfuerzos tengan un impacto medible en la industria petrolera del país. Un artículo de diciembre de 2018 en el periódico nigeriano The Oracle, titulado “Angola atrae la atención de las inversiones de Nigeria”, culpó a la facilidad de hacer negocios y al marco fiscal claro creado para la ronda de licitación de campos marginales que tendrá lugar en junio como los principales motores para trasladar a los inversores desde los complicados tratos de Nigeria hasta en el mercado angoleño, un símbolo de un trabajo bien hecho por la administración de Lourenço.
En resumen, el viaje de Angola hacia la revitalización de su industria petrolera y el aumento de la producción ya está dando resultados positivos, con la percepción de los inversores internacionales cambiando hacia una perspectiva más positiva. Apenas en diciembre, ExxonMobil y BP prometieron nuevas inversiones en el país, mientras que el gigante francés Total lanzó su proyecto Kaombo de USD $ 16 mil millones en noviembre e indicó una mayor inversión en el país en un futuro cercano.
Estos son avances importantes en un momento en que Sonangol intenta reestructurarse y recapitalizarse para enfocarse una vez más en los esfuerzos de exploración. Al mismo tiempo, la explotación de los campos marginales del país dentro de este nuevo marco tiene el potencial de, junto con los pasos para extender la vida útil de los campos en declive, ayudar a mantener la producción de petróleo a medida que se desarrollan nuevos proyectos importantes. Si todo continúa en la dirección en la que está ahora, es lógico pensar que dentro de tres o cuatro años podríamos ver nuevamente el florecimiento de la industria petrolera angoleña. Sin embargo, el buen gobierno y las políticas favorables a los negocios, junto con marcos legales y fiscales claros, deben continuar desarrollándose y respetándose si verdaderamente se aspira a cumplir con las expectativas de la industria petrolera angoleña.